Ante la sospecha de que una persona está sufriendo un ataque cardíaco procure que se sienta lo más cómoda posible, para que su corazón
trabaje con menor esfuerzo.
La mejor postura suele ser
medio sentado, con las rodillas flexionadas y los hombros bien apoyados. Llame
sin demora a una ambulancia e insista en que se trata de un ataque al corazón.
Mientras llega el equipo médico, controle la respiración el pulso y prepárese
para practicar una reanimación cardiopulmonar. Si el dolor es persistente, dele
a masticar una aspirina.
fuentes: Revista Muy Interesante.
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